no Las enfermedades mentales en mi novela "Melodías Sepultadas" | Rodrigo Eker

Las enfermedades mentales en mi novela "Melodías Sepultadas"

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     En 2020 publiqué mi novela debut, Melodías Sepultadas, una obra de ficción contemporánea protagonizada por un muchacho que debe lidiar con el suicidio de su mejor amigo. Federico Sáenz, estudiante de arquitectura y pianista retirado, recibe un llamado luego de rendir un final en el que se le informa que Hernán Trabucco (su mejor amigo) ha puesto fin a su vida con un balazo en la cabeza. La historia comienza la noche del funeral y embarca al lector en el viaje interno que deberá atravesar Federico no sólo para aceptar la pérdida, sino también para descubrir los motivos detrás del suicidio de Hernán -quien murió a solo días de su estreno como violinista solista en el Teatro Colón-. 

Los temas de Melodías Sepultadas

      Fueron muchos los temas que exploré con esta novela: las amistad, la pérdida, el éxito, el fracaso y el desamor. Sin embargo, hoy quisiera centrarme en uno que atraviesa toda la historia y que sólo se hace presente de manera implícita: las enfermedades mentales. Se trata de un asunto que aparece en toda mi ficción, directa o indirectamente, y esto quizás se deba a que aparece del mismo modo en mi vida personal. En el caso de Melodías Sepultadas, una de las manifestaciones de dichos problemas está dada por las consecuencias del abuso y los traumas de la infancia. Si bien no especificaré exactamente cuáles enfermedades mentales ilustré en la novela, sí me gustaría aludir a algunos momentos donde se hacen presentes.

El abuso narcisista

      Federico es abusado constantemente por una madre narcisista, quien es incapaz de sintonizar con las necesidades o sentimientos ajenos, ocupada permanentemente en sus obsesiones mezquinas. Le exige a Federico siempre la excelencia -y le resulta imperdonable que no la alcance-, menospreciando cada uno de sus logros, intereses o deseos. Además, lo compara permanentemente con sus pares, a quienes imagina que están siempre un escalón por encima de su propio hijo. Este complejo de inferioridad heredado termina corroyendo el autoestima del muchacho. Y, aunque Federico se repite a sí mismo que desea rebelarse contra la tiranía de su madre, vive en una fútil búsqueda de su aprobación, la que nunca logra conseguir. Y esa falta de cariño materno es una herida con la que transita por el mundo.

"No escogemos nuestros corazones, ni mucho menos la mochila que se cierne sobre nuestras espaldas. No siempre decidimos ser conscientemente crueles o insensibles. A veces es un mero acto de supervivencia. Pero, en ocasiones, existe una fortaleza que sólo puede surgir de la necesidad, de haber experimentado circunstancias adversas. Federico comprendía que había sido un privilegiado y que todo lo que le afectaba eran pequeñeces ante los ojos de los demás. No había vivido en pobreza, en guerras, en abandono o negligencia. Sin embargo, tenía un dolor profundo que nunca desaparecía y que constituía un anelo insaciable que había signado su vida. Y era la necesidad de amor."

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La obsesión patológica

      Otro momento en que se expresa la psicología patológica es en la obsesión de su madre con su ex esposo. La mujer existe bajo un insaciable anhelo por el retorno del marido que la abandonó de joven, huyendo a Ucrania sin permitirle criar a la familia que ella soñaba. Con el paso del tiempo, el hombre se ha transformado en un mito al cual rendirle culto, una presencia sagrada que todos los años debe ser honrada por su hijo al estilo de un dios pagano que Federico llega a detestar -dado, en parte, a que recuerda poco y nada de su padre-. La obsesión de la mujer adquiere tintes extremos, ya que supedita el presente, el futuro y toda chance de felicidad al retorno del hombre que alguna vez la amó. Y esa incapacidad de aceptación de la realidad sólo consigue dañar a quienes la rodean.

"Ella empezó a llorar. Continuó abrazándola. No aspiraba a aliviar su dolor. Había comprendido hacía mucho que su dolor era irreparable. Sabía mejor que nadie que ella viviría hasta el día de su muerte alimentando una fantasía. Aguardaría en el lecho final por el regreso de su esposo, convencida de que siempre habría alguna manera, razonable o estrafalaria, de que el hombre le devolviera la felicidad que le había robado."

La imposibilidad de amar 

      Federico se encuentra herido por una niñez de peleas constantes. Siente que los conflictos entre sus padres son una especie de mal endémico que puede trasladarse a su propia vida. Cuando se le presenta la posibilidad de casarse con la mujer que ama, huye como un niño pequeño y se rehúsa a toda forma de compromiso. Piensa que el amor es lo que destruyó a su familia y teme que también termine destruyéndolo a él. Y a pesar de ello, teme quedarse sólo y ser menospreciado por el resto de sus días. Esta inestable contradicción lo motiva a defender una relación tóxica con el único fin de evadir sus sentimientos.

“No hay sustitutos para la dignidad personal, la autoestima o la integridad cuando lo único que queda en pie es la seguridad de haber renunciado a todo en nombre de una mentira. Y le horrorizó darse cuenta de lo bajo que había caído y de lo poco que le importó. Cada decepción que había vivido, cada dolor y cada miseria, podían ser soportables si le permitían esquivar un mal mayor al cual le tenía más miedo que a todos los demás: quedarse completamente solo. En eso, él y Hernán no habían sido tan diferentes.”

El miedo a la soledad

     En cuanto al miedo a la soledad, quizás quien mejor lo representa es el personaje de Hernán. Violinista prodigio por voluntad propia, es un joven introvertido que se refugia en la música para escapar de los problemas de su propio entorno familiar. Se trata de una familia de apariencia perfecta, admirada y respetada por la comunidad. Sin embargo, es una donde el interés permanece ausente y las relaciones son distantes. Debido a que Hernán está batallando con un problema serio que lo aísla de los demás, es eventualmente rechazado por sus amigos y compañeros de colegio. Esto termina creando en él un miedo intenso a la soledad, ya que la única persona que continúa en su vida es Federico. Y ese temor genera un desgaste en la amistad, ya que coloca sobre Federico una responsabilidad excesiva: ser el único garante de la felicidad de Hernán. Dicha dinámica se complejiza más aún al aparecer los tempranos síntomas de una depresión que generará los primeros pensamientos suicidas.

Una novela introspectiva

     Como verán, son asuntos que se vuelven oscuros con bastante rapidez, pero así es la naturaleza de esta novela. Si bien el tema de las enfermedades mentales aparece desarrollado en otros personajes (la madre de Hernán, por ejemplo), detallarlos aquí sería hacerles spoilers. Prefiero limitarme a decir que se trata de un libro introspectivo donde la psicología juega un rol fundamental. Las relaciones disfuncionales de familia, la importancia de la amistad y la necesidad del perdón son algunos de los elementos que decidí analizar en mi primera novela. 

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  • SOBRE EL AUTOR
      Mi nombre es Rodrigo. Soy un escritor independiente Argentino, apasionado por contar historias y compartir reflexiones. Si bien mi campo predilecto es la ficción, en este blog les hablo sobre todo lo que pasa por mi cabeza: mi vida, mis experiencias, mis visiones del mundo y mi proceso creativo. Escribo desde chico ficción contemporánea y ficción gótica. He publicado relatos cortos y novelas que están disponibles para lectores de todas partes del mundo. A través de este blog, espero ayudarte a encontrar tu próximo libro favorito.

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